El dolor es una señal de alerta, un aviso que sirve para proteger al organismo. Cuando menos en su forma aguda, el dolor es algo fundamental y completamente necesario. El dolor forma parte de un complejo sistema de defensa que se activa para facilitar la supervivencia.

Habitualmente es una indicación muy precisa de que algo sucede en el organismo, una sensación desagradable, precisamente para motivar a la acción y prevenir mayores problemas.