Cerca del 4% de la población sufre diariamente cefalea, y entre el 2-4% padece cefalea crónica. El impacto de los factores psicológicos en este tipo de dolor se sigue estudiando.

Es razonable asumir que se deben considerar no solo las condiciones somáticas y sociales del dolor, sino también la presencia de factores psicológicos, tales como el estilo de afrontamiento al dolor y el papel de los pensamientos y las emociones.

El dolor es una señal de alerta, un aviso que sirve para proteger al organismo. Cuando menos en su forma aguda, el dolor es algo fundamental y completamente necesario. El dolor forma parte de un complejo sistema de defensa que se activa para facilitar la supervivencia.

Habitualmente es una indicación muy precisa de que algo sucede en el organismo, una sensación desagradable, precisamente para motivar a la acción y prevenir mayores problemas.