¿El dolor crónico y la actividad física son compatibles?

En entradas anteriores de este blog profundizamos en la explicación de un caso real de dolor crónico, el cual según  su gravedad, duración, intensidad del dolor y grado de incapacidad funcional, puede incluso llevar a muchos a pensar en el suicidio. Para la ciencia el dolor crónico sigue siendo un proceso  complejo y poco conocido en cuyo desarrollo influyen factores biológicos, psicológicos y del medio ambiente.

En este sentido, la diversidad de síntomas del dolor crónico se podría explicar por las interrelaciones entre los cambios fisiopatológicos, funcionamiento psicológico y los factores sociales y culturales que afectan a la percepción del paciente y la respuesta al dolor. Esta combinación e interrelación de factores no sólo explicaría las causas, sino que también los mecanismos de mantención del dolor.

Los beneficios de la actividad física sobre la salud general han sido ampliamente descritos por la literatura hace más de tres década.  La práctica regular de ejercicio físico moderado resulta fundamental en prevención de enfermedades cardiovasculares y enfermedades crónicas en general, reduciendo los índices de mortalidad, mejorando el funcionamiento del sistema cardiovascular, respiratorio, regulando el metabolismo y aportando importantes beneficios a nivel de salud psicológica de la población general y clínica.

Diversos estudios señalan los beneficios de la actividad física regular y una alimentación saludable en las personas con múltiples enfermedades crónicas, incluyendo el dolor. Es así como  los resultados apoyan un enfoque socio-ecológico para la promoción de comportamientos saludables, dejando atrás el sedentarismo, a pesar del cansancio,  del dolor y del temor a moverse descrito por muchos personas aquejadas de dolor crónico.

De este modo, habiendo sido debidamente diagnosticado por un equipo interdisciplinario, se recomienda una línea de tratamiento multifactorial acorde a ese diagnóstico que incluya la promoción  de un cambio gradual hacia la consecución de comportamientos saludables dentro del plan de acción terapéutico,  aumentando también la auto-eficacia, la auto-responsabilización  y el auto-cuidado.

En este línea, CHANGE PAIN  ha elaborado algunas guías que permite al mismo paciente romper o atenuar el ciclo de la persistencia del dolor, desatancando la actividad física moderada como parte importante del proceso. CHANGE PAIN  es una iniciativa que está respaldada por la Federación Europea de la IASP ®. Un grupo de expertos de renombre internacional con una gran reputación en el campo del manejo del dolor, presidido por el Profesor Dr. Hans Georg Kress MD, PhD (Presidente de la EFIC) y el Dr. Gerhard Müller-HH Schwefe (Presidente de la Asociación Alemana DOLOR, DGS) y proporciona orientación sobre la manera de mejorar el tratamiento del dolor crónico severo.

En el kit de herramientas del dolor se pueden encontrar diversas razones para animarnos a hacer ejercicios e estiramientos muy beneficios para la salud del paciente con dolor. Aquí destacamos  algunas de ellas:

• Aumenta el sistema cardiovascular fuerte -pulmones al corazón y los vasos sanguíneos

• Aumenta la fuerza muscular

• Mejora la flexibilidad

• Aumenta la resistencia y la resistencia

• Aumenta los “asesinos naturales” del dolor (llamados endorfinas) en el cuerpo nervioso sistema que ayuda a controlar el dolor.

• Ayuda a controlar el peso

• Ayuda a mejorar la calidad del sueño

• Ayuda a mejorar el equilibrio y coordinación

• Reduce la fatiga y aumenta la energía

• Reduce la tensión muscular, el estrés y la depresión

• Ayuda a combatir la depresión y la ansiedad

• Ayuda a mantener una actitud positiva

• Ayuda a prevenir el estreñimiento

• Puede facilitar la sociabilidad.

Más información en:

CHANGE PAIN

Marcela González, ALGOS. Recerca en Dolor

Universitat Rovira i Virgili, Tarragona